¿Empleados que no responden? ¿Proyectos que se estancan? ¿Objetivos que quedan en el aire? Tal vez necesitas cambiar tu cultura empresarial. ¿Cómo? Estos 10 hábitos te ayudarán a pasar de una cultura empresarial deficiente a una eficiente.
Cultura empresarial deficiente: ¿es tu caso?
Se habla mucho de cultura empresarial; pero todavía se la percibe como algo abstracto; un documento que suena bonito, pero que nunca se aplica en la realidad.
Lo cierto es que la cultura empresarial es lo que haces todos los días en tu empresa, ya sea que esté por escrito o no. Cada uno de los hábitos que tengan tus empleados, directivos y coordinadores al interior de tu empresa (e incluso fuera de ella) compondrán tu cultura empresarial.
Por eso, si notas que últimamente las cosas en tu empresa no avanzan como te gustaría, podría ser que estés aplicando una cultura empresarial deficiente; es decir, el tipo de cultura que se traduce en hábitos poco eficientes.
¿Cómo se ve una cultura empresarial deficiente?
- -Proyectos por los que se insiste una y otra vez, pero que nunca se terminan.
- -Empleados desmotivados y lentos.
- -Colaboradores que no están enterados de lo que sucede en otras áreas de la empresa que no sean la suya.
- -Conflictos constantes dentro del equipo.
- -Personas que hacen poco y se llevan el crédito por el trabajo ajeno.
- -Gente que no se integra al equipo de trabajo
- -Tareas que se deben explicar más de una vez porque no se entienden
- -Pérdidas económicas por trabajos que no se entregan bien o que no se entregan a tiempo
Y la lista podría continuar…
Cómo pasar a una cultura empresarial eficiente
Una excelente forma de pasar a una cultura empresarial eficiente es utilizando metodología ágil. La metodología ágil nació en el año 2001. Se creó como una respuesta al tradicional “método de cascada” para la gestión de proyectos.
En el enfoque de cascada, los equipos siguen una secuencia de pasos y nunca avanzan hasta que se haya completado la fase anterior. En las metodologías ágiles, el trabajo se da en fases más cortas y más rápidas, de mejora continua.
¿Quieres saber más sobre las metodologías ágiles?
10 hábitos de una cultura empresarial eficiente
Construir una cultura ágil es un proceso que toma tiempo y que siempre funciona mejor si cuentas con la asesoría adecuada. En Básica LATAM, llevamos más de diez años trabajando con métodos ágiles y guiando a las empresas para su implementación.
Sin embargo, puedes empezar a cambiar la cultura de tu empresa, si aplicas estos sencillos y efectivos hábitos:
1.-Aprende a administrar tu tiempo con eficiencia. Esto quiere decir conocer con exactitud el tiempo que te toma cada tarea y dedicarle ese tiempo exacto; ni más ni menos. Encontrar el equilibrio entre hacer un trabajo de calidad y evita el perfeccionismo infinito.
2.-Organiza las tareas de la semana (backlog) y dales seguimiento diario. Incluye primero en el listado las tareas que tengan problemas por resolver.
3.-Establece reuniones diarias para llevar a cabo ese seguimiento, que más que seguimiento es la revisión de las tareas, su avance y la resolución de posibles problemas para realizar esas tareas. En estas reuniones diarias (sprints) están presentes todos o la mayoría de los colaboradores de la empresa; de esta manera, todos están al tanto de lo que sucede en las distintas áreas.
4.-Establece las soluciones para los problemas que surjan en el camino.
5.-Decide “cuándo” y no “para cuándo”. En los métodos ágiles, las cosas se colocan en un rango de tiempo determinado, como dijimos más arriba. Esto quiere decir que si tienes que realizar un informe, en lugar de enfocarte en terminarlo “para tal día”, vas a decidir el día y la hora específicos para realizarlo y vas a respetar ese rango.
6.-Haz una tarea a la vez. Olvídate del multitasking. Hacer varias cosas a la vez significa no hacer ninguna. Está comprobado ya que es uno de los hábitos menos eficientes y más nocivos para la organización de una empresa.
7.-Utiliza herramientas de organización como Monday, Asana, AirTable, etc. Estas herramientas son útiles para distribuir esas tareas en más de una persona y que todas esas tareas están correlacionadas, para mantener activo un sistema de colaboración continua.
8.-Establece procesos de mejora, midiendo los resultados de las tareas y definiendo los ajustes necesarios. Las tareas que se lograron ejecutar se finalizan y las que no, se trasladan al día siguiente.
9.-Repite, repite, repite. Los hábitos no se cambian de un momento a otro. Implementar estos cambios significa repetir estas mejoras todo el tiempo con paciencia, constancia y disciplina.
10.-Empodera a tu equipo. Esta es una tarea de las cabezas. Se trata de motivar, capacitar, guiar y empujar a tu equipo a ser su mejor versión. También significa alimentar constantemente la mentalidad adecuada. Tres libros que pueden ayudarte: Hábitos atómicos de James Clear, El poder de los hábitos de Charles Duhigg y Felicidad eficiente de Antonio Rodríguez Martínez.